lunes, 27 de junio de 2011

Y no quiero perturbar este momento jamás, quiero estar aquí para siempre, sin notar el paso  del tiempo. Quiero que sigamos tumbadas sobre la arena, mirando las estrellas, y riéndonos sin motivo aparente, solo por el mero hecho de ser jóvenes y alocadas.
Quiero perderme con ella en un mundo desconocido y que nos brille la piel si sonreímos, quiero que las nubes sean moradas y el cielo amarillo, quiero que las estrellas brillen de día, y el sol conviva con la luna.
Quiero un universo junto a ti, donde respirar no duela si me ayudas, donde podamos caminar sin miedo a caer, porque la otra nos sostiene. Quiero estar contigo más allá de las barreras del tiempo y las ataduras de la existencia, porque eres Mi Mitad.
Quiero tantas cosas... pero parece que el mundo se ha puesto en mi contra y no puedo con la carga de la pena, ya que mi confidente, mi amiga, mi mayor tesoro, se va y ninguna vamos a olvidar este picnic nocturno en el que tanto disfrutamos, porque jugando con las latas de coca cola y tirándonos cachitos de tortilla de patata, nos lo pasamos genial, conscientes de que nuestros caminos jamás se volverán a cruzar.

domingo, 26 de junio de 2011

Pacto con el diablo

¿Qué serías capaz de hacer por alargar tu vida un latido más? Solo por soñar tener otra oportunidad que antes de disfrutarla desaparece. Solo por notar cómo los pulmones se te llenan de aire, oír a la gente llorar a tu alrededor porque saben que llega tu fin, mirar los ojos que amas una fracción de segundo más. 
Yo por eso daría las posibles otras vidas que pueda haber, porque nada te garantiza que seas tan feliz como en esta

Mi final

 No presté mucha atención a la sombra oscura que era la muerte que venía para llevarme con ella, me fijé más en el ángel redentor que tenía a mi vera, contemplando con gesto resentido mi avance, que cada paso me alejaba un poco más de él, acercandóme a mi final. A mi entender, mi secuencia lógica era correcta; haber, ¿ qué sentido tenía vivir en este mundo, si tenía que renunciar a lo que más quería, a algo por lo que hubiera dado la vida a la menor opurtunidad? Sin mi ángel bendito, la existencia en la tierra iba a ser un infierno y prefería morir, adentrarme en lo desconocido, en un lugar donde se sufre infinitamente menos de lo que yo sufría sin él. Mientras mi ángel amado gritaba mi nombre y mi corazón quedaba apresado en el frío; me alejé lentamente de él, casi disfrutando del sabor de la locura. Ya nada importaba. Irónicamente me dí cuenta de que la gente piensa que el amor es muy bonito, y en cierto modo tienen razón, pero no todos saben lo que se siente cuando te lo arrebatan. No pude evitar que una fría lágrima se deslizase por mi mejilla cuando pensé en mi ángel por última vez antes de aferrarle la mano a la muerte e irme con ella entre la penumbra que nos ofrecía la espesa niebla.
Hoy solo quiero sonreír 

¿Porqué?

¿Por qué esperar un cambio que nunca llega? ¿Por qué mirar al horizonte esperando a qué aparezca lo que ansías desde hace años?  ¿Por qué no luchar hasta que la motivación duela y parezca un inconveniente?
Porque parece más difícil. Porque no hay esperanza. Porque no hay constancia. Porque estás sólo.
Pero si miras a tu alrededor verás que tus temores se basaban en conjeturas, que el amor, si es amor, siempre te esperará, que no tenemos barreras, que nos las ponemos nosotros, que el cielo es azul y las obviedades ayudan.
Verás también que si sonríes, todo duele menos y esta pintado de colores. Sólo abre los ojos y mira el mundo desde otra perspectiva.

Sin razón aparente


Me faltan estrellas para contar, paisajes para disfrutar, algo importante de lo que hablar... Cuando te sientes vacía por dentro, no tienes nada por lo que reír ni nada por lo que llorar. Sólo te quedas sentada en una silla, con la expresión ausente, escaneando tu pasado con la intención de recordar cómo llegaste a esta situación tan triste y penosa. Y es en ese justo momento cuando de tus brumosos recuerdos aparece una luz que te indica lo que estabas buscando y que quizás no deberías haber recordado. Aparece ÉL. Ahí es cuando percibes que es mejor quedarte sentada en la silla, medio ausente, sola y triste; antes que revivir ese dolor que en su momento te rompió el corazón y si no consigues ocultar tras una cortina de humo, no olvidarás nunca.

Y no tiene explicación.

Porque cuando eramos pequeñitos creíamos que conocíamos lo que siginificaba el amor:
El amor era quererse. Y en términos más complejos casarse, y tener niños, y vivir siempre juntos.
Pero ahora más conscientes de la realidad, sabemos que el amor no se puede explicar, dibujar, o cuantificar, por que el amor es un sentimiento que comparten dos personas, que no puedes decir que tu sólo sabes lo qué es el amor, porque es algo tan abstracto que cada uno lo disfruta a su nivel.
Y solo quiero escapar, ver el mundo, poderme reír como una loca sin tener miedo a el qué dirán. Porque yo soy dueña de mi vida y la sociedad no me domina, porque en realidad nadie puede controlarnos. No tenemos porque seguir caminos impuestos, sino ir trazando el nuestro propio a cada pasito que nos mueve hacia adelante. Porque es pura inocencia lo que hay en mis venas y nadie me puede derruir mi castillo de sueños si no consiguen acceder a él. Porque en nuestro mundo, mandamos nosotras.
Nadie deja de lado los recuerdos. Cada lágrima es un recuerdo inolvidable. Cada sonrisa es una marca indiscutible. Cada salto de corazón es una cicatriz imborrable. Porque, en realidad, no hay tal cosa como el dejar ir, sólo seguir adelante.